Joterías 2 - La gente pendeja

Hoy me atacó una terrible duda existencial, de esas que todos se preguntan pero nadie contesta, ¿por qué nos enamoramos? La ciencia nos explica de una manera súper básica para ellos pero complicadísima para nosotros los mortales que no tenemos ni perra idea sobre química cerebral. Entonces, ¿quién nos explica a la gente normal sin ese tipo de conocimientos cabrones?

Quién nos explica el porqué te dan nauseas la primera vez que el susodicho te dice “te amo”. O cómo es que decides que amas TANTO a alguien como para decirle que “sí” cuando se te hinca con un anillo de diamante preguntándote que si quieres estar con él para toda la vida. ¿Es él? ¿Es el diamante? ¿Es acaso porque se hincó y estamos entrenados para decir que sí a todo cuando el bato se humilló de tal manera que está de rodillas frente a ti y no te está haciendo una mamada (una literal por si se lo preguntaban)?

¿Qué chingados es lo que nos lleva a entregarnos en cuerpo y alma de esa maldita manera? Cómo madres fue que ese individuo dormilón, glotón y cabrón logró que te temblaran las piernas en su presencia o cómo fue que fabricó las mariposas asesinas que atacan tu estómago cuando lo ves.

La respuesta científica habla de dopamina y otras dos cosas que no sé pronunciar, se supone que el enamoramiento tiene el mismo efecto en nosotros que cosas cabronas como las anfetaminas. O sea que no estabas mamando cuando le dijiste que era como una droga para ti, mínimo no científicamente, pero no te emociones, eso no te quita lo ridículo y joto que sonaste al decirlo.

Otra razón un poco más sociológica sería que todo el mundo, los medios, tus tías y tu board entero en pinterest te ruegan para que te enamores…

Una explicación sin tanto rollo incomprensible sería simplemente que nos enamoramos por pendejos. Ayer hablaba con uno de mis amigos chavorrucos, de esos que ya no salen porque se casan y yo, como una persona lo suficientemente enamorada como para comprometerse, decidí preguntarle por qué se casó. Su respuesta fue “por pendejo” y caí en cuenta de que es verdad... Todo esto nos pasa porque por pendejo te enamoras, por pendejo te casas y por pendejo vives feliz con el mismo güey el resto de tu vida.

Entonces descubrí que no es tan importante saber por qué te enamoraste, sino saber que te enamoraste. Así que…qué bueno que estoy pendeja y que lo amo.